domingo, 29 de enero de 2012

A que esperas?


Quiero sentir tu polla entre mis nalgas
hazme sentir puta, tuya, plena...¡feliz!

lunes, 16 de enero de 2012

a tu merced...


...para que me hagas sentir como no he sentido
para que te sientas como no te has sentido,
follame y dame placer...¡ soy toda tuya!

viernes, 13 de enero de 2012

¡ATAME!


Atame a ti
a tu cuerpo,
a tu alma,
a tu voz,
a tu olor,
a tu sabor,
a tus entrañas!

martes, 10 de enero de 2012

lunes, 9 de enero de 2012

lunes, 2 de enero de 2012

Mi Primera vez, sexo anal



Mi imaginación había abordado fantasías que se quedaban en tan solo eso, nunca me había planteado hacer cosas fuera de lo común, me gustaba sentirme hembra y manejaba situaciones y hombres extraordinariamente, gracias a la generosidad que la naturaleza tuvo conmigo y a un no menos carácter abierto y poco convencional.

Pero él era un hombre rudo, apuesto, con esa mirada que mata enmarcada en unos preciosos ojos castaños, fachada que solo ocultaba ternura, y poseedor de una sonrisa lasciva en una boca grande con unos labios carnosos, étnicos e incitantes. Mirar su espalda ancha, sus músculos tensos recubiertos de vello, transmitía una sensación animal que me desarmaba en deseo y lujuria. Deseaba perderme en aquellos brazos fuertes.

No dude en aceptar su llamada uno de esos días tristes y grises, quería llegar a su casa, me apresuraba por las calles de la ciudad, entre charcos, hojas y gente que me pareció aburrida e insignificante. Me recorría ese sentimiento que te hace creer la elegida del Olimpo, elegida para disfrutar el placer de poseer el cuerpo de ese hombre, con el cual fantaseaba desde hacia días.

Tras la puerta de su casa se sentía el calor, calor que venia de mi, de dentro de mi cuerpo, calor sucio con olor a sexo y saliva, me beso en una explosión larga y continua de crudeza y delicioso placer, cada poro de mi piel se abría y respiraba al mundo. Deje mi atuendo en tan solo el “little black dress” elegido para la ocasión y unos altísimos tacones aun mojados por la lluvia de afuera.

Me lanzo contra el sofá, estaba cachonda, me empezó a besar el cuello mientras mi vestido caía, sentía sus manos por mi cuerpo como una legión de caricias mientras mi ropa desaparecía, era tierno y a la vez me excitaba, de pronto me sentí desnuda mientras él paraba para deshacerse del pantalón y dejar ver sus piernas fuertes y bien torneadas y una maravillosa promesa bajo sus slips. Alce mis manos para quitarlos pero me las cogió con firmeza y con un gesto de su cabeza dijo ¡no!, mientras me giraba y dejaba mi trasero a su merced, de pronto note algo caliente, grande y grueso frotando suavemente entre mis nalgas, me estaba poniendo cerda, notaba como me estaba empezando a mojar y mi sexo estallo al sentir sus dedos en mi interior, era realmente bueno tocándome, me deje abandonar a su capricho y me limite a gozar, me estremecía al sentir sus dedos al fondo de mis entrañas, temblaba mientras deseaba su polla, dura y gruesa que aun sentía merodeando mi culito.

Inmediatamente cogió mis muñecas con una sola mano, mientras seguía manoseándome hábilmente con la otra, rápidamente comenzó a besar también mis nalgas, mientras me sentía sumisa y entregada, - ¿te lo dejas comer todo?- me pregunto, respondí afirmativa y enfáticamente, desde mi cabeza apoyada en el respaldo del sofá, comenzó a lamerme, acariciarme, su lengua pasaba por mi profunda raja y se introducía en mi párvulo y rosado orificio anal, nunca antes me habían comido el culo de esa manera, me alucinaba lo que me hacia sentir, empecé a mover mi culo como si lo hubiera hecho toda la vida, me sentía muy puta y muy llena de vida, - ¿te gusta, putita?- me dijo,  - siiiiiii, me encanta – respondí, entonces me soltó y sentí los dedos de sus manos en ambas nalgas como garfios separándolas y dejando a su antojo expuesto mi trasero, me daba placer en cada embestida de su lengua, cada pasada de su nariz, cada vez que sentía su barbilla escasamente afeitada en mi sensible piel.


Entonces paro, se incorporo y dio media vuelta sin dejarme mover, colocando aquella majestuosa verja ante mis ojos, mientras me la mostraba con una mano y apoyaba la otra en jarra, yo sentía sus fluidos aun en mi culo lubricado pero virgen, no dude en llevarme a la boca aquello que tanto se me había hecho desear, lamí aquel regalo desde el glande hasta los testículos recreándome en cada, vena, rincón y pliegue, hasta metermela en la boca y sentir como adquiría su máximo tamaño, así volvió a ponerse a mis espaldas y sentí la punta de su pené apoyada en mi agujerito, la froto y me abrió ligeramente, pero cuando de un solo golpe certero la dejo caer y me la introdujo en mi coño, un espasmo recorrió mi columna estremeciéndome y arqueándome como un arpa, así le chupe cada uno de los dedos de la mano que me introdujo en la boca, para luego acariciar con ellos mi ano de nuevo, poco a poco mientras mantenía su polla en mi interior y me moría de deseo por que me follara duro, iba sintiendo como sus dedos se introducían en mi culo que se oponía a tal hecho de forma independiente a mis deseos, - ¿primera vez, Marta?- me pregunto, asentía con la cabeza mientras le pedía que me follara, confundida entre placer de mi coño y el dolor de mi culo.

Comenzó a moverse en un ritmo extremadamente placentero cuando paro, sentí dentro de mi culo uno de sus dedos, - sssshh, silencio, te va a gustar – vació mis entrañas de su ávido sexo y de pronto lo sentí apoyado de nuevo en mi culo, de pronto empujo y sentí un dolor terrible, grite y blasfeme a aquel maldito cabrón, me acaricio y pidió que me relajara, con ternura, pero sentía que mi cuerpo quería expulsar aquel invasor, poco a poco fue apretando mas, sentía ganas de ir al servicio y como mis intestinos se revolvían, pero las ganas de que aquel semental me poseyera podían conmigo, mordí el sofá y me entregue, volví a sentir mas dolor, entonces me dijo que ya había pasado la mitad, que era lo peor, le grite que era un maldito hijo de puta,  se reía y acabo de meterme toda su polla, sentí ganas de vomitar, de pronto sentí su mano de nuevo en mi coño, acariciándome y masturbándome mientras llenaba mi culo con su sexo, el dolor iba desapareciendo mientras un placer que nunca había sentido inundaba mi cuerpo.

Era una maravillosa locura, me poseía y yo estaba entregada, era suya, de pronto sentí como sacaba su polla de mi culo, lentamente y casi al final volvía a empujar, poco a poco el ritmo iba aumentando mientras me corría gracias a sus dedos hábiles, sentía como sus enormes testículos golpeaban mis nalgas, ahora ya me acariciaba mis pechos, mejor dicho los estrujaba mientras me sodomizaba envuelto en sudor, ya me había corrido y aun me sentía emputecida deseando mas placer, fue así como me dijo que me lo iba a dar todo, follandome el culo a un ritmo frenético mientras me cogía, ahora por las caderas y yo gritaba como una perra pidiendo mas, juro que tuve un orgasmo de nuevo y que sentí como el calor de su orgasmo recorría mis adentros.

Desde ese día, me complace encontrar buenos amantes que me descubran y me hagan sentir plenamente que estoy viva.